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domingo, 2 de agosto de 2015

Cake (2014)

Cake es una película dramática norteamericana dirigida por Daniel Barnz y protagonizada por Jennifer Aniston, Adriana Barraza, Sam Worthington, Anna Kendrick, Felicity Huffman, Mamie Gummer, William H. Macy y Chris Messina.
La película nos cuenta la historia de Claire Bennet (Jennifer Aniston) quien está en un grupo de apoyo por su depresión y su dolor crónico. Tras el suicidio de Nina (Anna Kendrick), una compañera de su grupo, intenta encontrar el valor que ella tuvo para acabar con todo a la par que intenta resistirse a la tentación.
Cake se convierte de este modo en el primer papel dramático de Aniston quien desde que terminó la legendaria serie Friends no había salido del registro cómico. La curiosidad por verla en un papel de esta envergadura es lo que principalmente atrae del film, y nuestra sorpresa al ver que se va abriendo paso a través de él es lo que en un principio nos mantiene frente a la pantalla ante el soso comienzo de la historia.


Poco a poco vamos viendo hasta qué punto llega el sufrimiento de Claire. Cicatrices por todo el cuerpo, poca movilidad y agilidad debido a los dolores... sin embargo, no es hasta la mitad de la película cuando descubrimos la razón de todo eso. La única persona que le queda a Claire tras echar a su marido de casa es Silvana (Adriana Barraza), la señora que tiene contratada para ayudarla y para hacer las tareas del hogar, y no es precisamente por el dinero por lo que Silvana la soporta si no por el cariño que la ha cogido, y porque sabe que es el dolor el que actúa a través de ella.
Adriana Barraza ha sido otra de las sorpresas de Cake, al menos para mi, ya que era la primera vez que oía hablar de ella, y sin duda ha logrado en mi una gran impresión y espero volver a verla en alguna otra película. Pero como he dicho al comienzo de la crítica, sin duda, la mayor sorpresa ha sido Jennifer Aniston y su gran actuación, ya que a medida que la historia avanza, ella se supera más y más, y desde el momento en el que se revelan las razones de porqué su vida en ese estado, logra hacernos llorar hasta el final.
Pero una película no es lo que es sin una buena trama, y el de Cake lo tiene. A pesar de tener un comienzo lento, la historia y el guión nos harán formar parte de la historia y dejarnos con los pelos de punta en más de una ocasión, y si algo se puede echar en falta del guión es que no nos deje ninguna cita para el recuerdo, a pesar de no ser necesaria, pues es la propia película y Jennifer Aniston quienes se quedarán en nuestro recuerdo.
Cake es en definitiva una de esas películas que hay que ver en la vida, y a poder ser, en más de una ocasión. Aunque procurad tener una caja de pañuelos a mano.
Ibai Rolando