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martes, 17 de febrero de 2015

The Imitation Game (Descifrando Enigma)

The Imitation Game es un biopic dramático y bélico británico-estadounidense sobre Alan Turing, el primer científico de la computación que fue clave en el descifrado de los códigos de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, lo que ayudó a la victoria de los aliados.
El film está basado en la biografía de Alan Turing, The Enigma, escrita por Andrew Hodges, dirigido por Morten Tyldum, y protagonizado por Benedict Cumberbatch, Keira Knightley, Matthew Goode, Mark Strong, Charles Dance, Allen Leech, Rory Kinnear y Matthew Beard.
En él descubrimos cómo Alan Turing y su equipo de matemáticos consiguió descifrar unos 3000 códigos de los alemanes, creados por su máquina Enigma, creando una máquina aún más potente y que les sirvió para ganar la guerra. La película también nos enseña otros hechos importantes de la vida de Turing como su adolescencia en el internado.
A pesar de haber tenido críticas positivas, sobretodo hacia la actuación de Cumberbatch, la película apenas ha sido premiada. De momento tan solo cuenta con cinco premios del Cine de Hollywood, aunque aún está pendiente de celebrarse la gala de los Oscar en la que cuenta con ocho nominaciones, entre la que está la categoría de mejor película, y también otras ocho nominaciones en los premios Satellite.

Lo cierto es que no es un peliculón, ni siquiera en cuanto a actuaciones se refiere, donde las de Keira Knightley y Benedict Cumberbatch son los que más sobresalen a pesar de tener un buen reparto. Aunque no tanto como para llevarse ningún premio por ello.
The Imitation Game lo único que tiene es una gran historia y un gran guión. Lo cual es suficiente, pues cumple el cometido de entretener y además si no conoces esta parte de la historia de la Segunda Guerra Mundial, lo cual es algo probable ya que ha sido un secreto de estado durante 50 años, es muy interesante.

Sin embargo, no tiene nada que la haga especial, o merecedora de alguno de los ocho Oscar o Satellite a los que ha sido nominada, y mucho menos a mejor película.



Ibai Rolando


La Teoría del Todo

La Teoría del Todo es una película biográfica y romántica británica. Dirigida por James Marsh, y protagonizada por Eddie Redmayne, Felicity Jones, Charlie Cox, Emily Watson, Simon McBurney, Charlotte Hope, Tom Prior, Harry Lloyd, David Thewlis, Maxine Peake y Enzo Cilenti, nos cuenta la historia de amor entre el famoso físico Stephen Hawking y Jane Hawking.
En esta película no solo veremos su historia de amor, su matrimonio etcétera, si no que también veremos cuando le diagnostican la famosa enfermedad que padece, su avance, y cómo contra todo pronóstico, sale adelante convirtiéndose en el físico que hoy en día es.
La Teoría del Todo se ha convertido en otra de las favoritas de la crítica este año, y ha logrado dos Globos de Oro, un premio del Sindicado de Actores, tres BAFTA, cinco nominaciones a los premios Satellite, y otras cinco nominaciones a los Oscar incluyendo a mejor película.
La película está basada en el libro Travelling to Infinity: My life with Stephen, escrito por su ex-mujer Jane Hawking. Una historia conmovedora llena de amor y de coraje. Contrastada hasta el más mínimo detalle, con el director James Marsh estudiando todas las imágenes de archivo para darle la mayor autenticidad posible, y con Eddie Redmayne investigando durante medio año la vida del físico y viendo todos los vídeos de éste para su preparación, han logrado crear para mi gusto, una de las mejores películas del año. Incluso el verdadero Hawking puso su granito de arena prestando la voz de su máquina que habla por él a las últimas escenas de la película.

Porque para qué sirve una película biográfica si no cuenta la realidad lo mejor posible y si no tiene la bendición de los que lo vivieron. Y puede que pocas de esas historias sean tan interesantes de contar como lo pueda ser ésta, que además deja relegada a un segundo plano la vida profesional y científica de Hawking para contarnos su vida personal.
Además La Teoría del Todo cuenta con un trabajo magnífico a sus espaldas. Con una gran BSO que viene de la mano del compositor Jóhann Jóhannsson y una gran fotografía de Cambridge y otros lugares de Reino Unido.
Y por supuesto, no podemos dejar a un lado las dos grandes interpretaciones de los protagonistas, Eddie Redmayne y Felicity Jones. Aunque a pesar de ser las dos magníficas, cada una me transmitía una cosa diferente. Por ejemplo, en el
caso de Jones, sentía completamente a Jane Hawking en todo momento. Su amor hacia su marido, su sufrimiento cada vez que la enfermedad avanzaba, su desesperación cuando no podía más... no podía dejar de sentir lástima por ella en toda la película.
Sin embargo, con el caso de Redmayne, fue todo lo contrario. Si es cierto que me transmitía cierta
angustia y pena por él, pero en lo que no podía parar de pensar en toda la película era en que era el perfecto Stephen Hawking. Su interpretación es tan sorprendente y magnífica que apenas puedes pensar en otra cosa cada vez que aparece en pantalla. Su forma de andar, la posición de los pies, el movimiento de la dentadura al hablar, su voz... Increíble, sin duda se merece el Oscar a mejor actor.


Sin duda alguna, La Teoría del Todo es otra de las películas más merecedoras de llevarse la estatuilla dorada a mejor película, y por supuesto, a mejor actor.

Ibai Rolando


Boyhood

Boyhood es una película estadounidense dirigida por Richard Linklater y protagonizada por Ellar Coltrane, Patricia Arquette, Lorelei Linklater, Ethan Hawke, Libby Villari, Marco Perella, Brad Hawkins, Jenni Tooley, Zoe Graham, Charlie Sexton, Esteban C. Leyva y Silem Rangel.
Boyhood es una película que no destaca principalmente por su historia, y básicamente lo que la ha hecho que llame tanto la atención tanto de público como de crítica, es el hecho de que se haya rodado en 12 años.
Muchas veces, este tipo de innovaciones hacen que tanto como críticos, como Academias, se lancen a elogiar y premiar como locos a este tipo de producciones.
Es por esto por lo que sus tres premios BAFTA, sus tres Globos de Oro y sus seis nominaciones a los Oscar no me aseguraban que fuese a ver una buena película, y por lo que la vi con cierta reticencia y bajas expectativas.
Como he dicho antes, lo atractivo de Boyhood no es la historia que cuenta, y sus casi tres horas de duración se pueden hacer algo soporíferas si lo que estás esperando es que pase algo interesante. Porque no va a pasar. Son simples momentos de la vida de Mason (Ellar Coltrane) principalmente, y de su madre (Patricia Arquette) en un segundo plano. Momentos que se pueden desarrollar de manera lenta y acabar precipitadamente, y viceversa. Como la vida misma.

Además es bonito ver por ejemplo a la madre leyéndoles a sus dos hijos Harry Potter y la cámara secreta, años antes de verles ir disfrazados al lanzamiento del sexto libro del joven mago. Verles jugar con la Xbox Cube o con una GameBoy Advance, tal y como lo hacíamos muchos en nuestra infancia. No es como verlo en otra película que retrata toda la vida de alguien, ya que esta película está rodada en todas aquellas épocas. Es el sentimiento lo que la hace especial.
Pero también está el verles crecer y envejecer a lo largo de toda la película. Tanto a los niños, como a los adultos que les rodean. En el resto de películas que hablan sobre la vida de alguien, vemos como el actor que interpreta al niño es sustituido por un adolescente, y cómo a los adultos de la película les ponen canas y arrugas falsas para dar un toque de envejecimiento que en la mayoría de los casos se nota a la legua y te sacan de la historia de un empujón.


Eso es lo que realmente hace especial a Boyhood, su realismo y su sentimiento. Es cierto también que nos encontramos con interpretaciones menos buenas, como es el caso de Lorelei Linklater, quien interpreta a Samantha. También se puede llegar a echar en falta algo más de personalidad de los personajes, entrar un poco más en sus vidas de forma psicológica para entenderles algo más. Ya que al que más conocemos en este aspecto es a Mason, aunque no del todo. Simplemente les observamos, como meros espectadores que somos. Vemos sus vidas, que es de lo que trata Boyhood al fin y al cabo.

Sin embargo, no creo que todo esto la haga merecedora de un Oscar a mejor película (aunque sí a mejor montaje y mejor guión original, sin ninguna duda), ni a la cantidad de elogios que ha recibido. Es una película bonita de ver, que transmite todo el sentimiento con el que está hecha, y que tiene grandes interpretaciones como puede ser la de Patricia Arquette. Pero eso es todo. Me sorprendí a mi mismo disfrutando de la película, pero una vez más, creo que críticos y Academias se han lanzado a elogiar y premiar a la mayor innovación del año por el simple hecho de ser una innovación.
Ibai Rolando



Whiplash

Whiplash es una película dramática estadounidense de 2014. Escrita y dirigida por Damien Chazelle, está protagonizada por Miles Teller, J.K. Simmons, Melissa Benoist, Austin Stowell, Jayson Blair, Michael Cohen, Kofi Siriboe, Kavita Patil y Paul Reiser.
Whiplash nos cuenta la historia de Andrew Neiman (Miles Teller), un joven baterista que asiste a uno de los mejores conservatorios de música del país, que sueña con ser uno de los grandes.
El mejor profesor del conservatorio y director de la orquesta, Terence Fletcher (J.K. Simmons), repara en él y decide meterlo en la orquesta. Pero no todo será tan sencillo, ya que Fletcher no solo busca a los mejores, busca la perfección. Sin embargo su forma de buscar dicha perfección, puede que no sea la correcta.
La película fue la encargada de abrir el festival de Sundance, donde se llevó el premio de la audiencia y del jurado. También cuenta con un Globo de Oro a mejor actor de reparto para J.K. Simmons, tres premios BAFTA, y uno del Sindicato de Actores también para Simmons. Actualmente cuenta con seis nominaciones a los Oscar, entre ellos a mejor película.

La mayoría de los premios y nominaciones se dividen entre Damien Chazelle y J.K. Simmons, cosa que no es de extrañar si tenemos en cuenta que es Simmons quien nos regala la mejor interpretación del film, y es Chazelle quien nos mantendrá pegados al asiento haciéndonos disfrutar de semejante obra maestra. Cierto es que también sufriremos levemente, ya que Whiplash nos recordará levemente a Cisne Negro, en la que una bailarina de ballet dejaba a un lado su pasión por el baile para pasar a la obsesión enfermiza, solo que Miles Teller no es ni de lejos Natalie Portman, ni Whiplash tan dura como la película de 2010 dirigida por Darren Aronofsky. Sin embargo, esa ligera sensación no se separará de nosotros en toda la película, sobretodo en las escenas en las que vemos a Andrew Neiman sangrando y poniéndose tiritas.

Si algo se le puede achacar a Whiplash es exactamente eso, que Teller no tiene el nivel actoral de Portman ni de otros muchos actores que podían haber hecho un trabajo mejor (a pesar de haber hecho el mejor papel de su carrera hasta el momento). Pero es algo que se puede perdonar gracias a todo el gran trabajo que hay alrededor de éste. La línea que separa la pasión y las ganas de cumplir nuestros sueños con la obsesión enfermiza es muy delgada, y Whiplash nos lo demuestra casi desde el primer minuto.
Una película que desde luego no te puedes perder, y para mi gusto, una de las más merecedoras películas a la estatuilla más deseada, a pesar de no ser una de las favoritas.
Ibai Rolando